Trabajo, responsabilidades, horarios, transporte… Si sientes que vives en un permanente estado de estrés, es importante que sepas cómo crear en casa una atmósfera relajante en la que poder disfrutar y descansar las horas que pasas en tu hogar. Vemos cómo…
La vida tan ocupada que llevamos nos mantiene en un estado de semialerta casi todo el día: el trabajo, los horarios, los hijos… Por eso es cada vez más importante hacer de la casa un verdadero centro de relajación donde poder cargar pilas para el ritmo de vida estresante que nos ocupa al menos cinco días de cada semana. Pero si llegas a casa y encuentras todo por hacer, un desorden generalizado, te será muy difícil descansar. Aquí tienes algunos consejos estupendos…
Deja entrar la luz. Está probado científicamente que nuestro estado anímico se altera en ausencia de suficientes horas de luz natural. Por eso la depresión y las tasas de suicidios suelen ser más elevadas al Norte de Europa. El sol y la luz son una fuente natural de alegría de vivir, que debemos aprovechar en estas latitudes. Descorre cortinas, sube persianas y elimina todo aquello que impida el paso de la luz hasta el corazón de tu hogar…
Cuida plantas y pon flores. Las plantas y las flores crean un clima de paz difícil de conseguir por otros medios. No las destierres del interior de tu casa. No puedes imaginar lo que puede hacer por ti un ramo de flores frescas en un jarrón en el rincón favorito de tu casa…
Promueve el orden en casa. El desorden es quizá una de las principales causas que nos impiden relajarnos en casa. Abrir la puerta y sentir una sensación de caos puede ser todo uno para invitarte a “volar” de nuevo de tu casa. Intenta que cada persona que viva en casa contribuya al orden.
Dispón cojines y una manta suave en los principales espacios de relajación de la casa: salón y dormitorio. Verás lo que pueden hacer por ti… Eso sí, mantenlos siempre limpios y ordenados.
Ten a mano libros bonitos de ilustraciones o hobbies. Sácalos de las estanterías de tu casa y sitúalos en mesitas auxiliares cerca del sofá y la cama. Seguro que en algún momento de relajación te entran ganas de verlos.
No salgas de casa sin antes hacer la cama. Entrar en el dormitorio y encontrarla desecha simplemente aumentará en ti la sensación de lo mucho que te queda por hacer antes de “pillar” la cama… ¡Insoportable!
Pinta las paredes en tonos relajantes. Ten muy en cuenta tus estados de ánimo en casa a la hora de decantarte por un color u otro en las paredes. Si tienes una personalidad ansiosa, opta por colores neutros o suaves.
Compra una columna de baño con masaje. Si tienes el suficiente presupuesto, opta por esta solución de spa en casa relativamente económica. Contribuirá a que puedas darte duchas calmantes o energizantes según el momento del día en que procedas a tu aseo personal.
Mantén el orden en las encimeras de la cocina. El orden es fundamental en la cocina para que preparar la comida se convierta en un rito relajante y no en un totum revolotum donde nada aparece en su lugar. Para algunas personas, poner música mientras preparan la comida crea un ambiente relajante y cómodo.
Fotografías: theheadboardworkshop, tikamoon, bettaliving, loaf
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Publicado el: 28-04-2014 | Autor: María Tebar