A estas alturas del mes de diciembre las calles están abarrotadas de gente corriendo de un lado para otros buscando con ansia encontrar ese regalo para alguien especial. Recibir regalos es una muestra de cariño por parte de quien regala, y muchas veces el detalle de sorprender es más bonito que el propio regalo.
Pero en ocasiones y para algunas personas es más bonito ser quien regala que quien recibe, y he de decir que me incluyo en este grupo. Me encanta regalar, buscar ese regalo especial que haga sonreír a quien lo recibe… y una de las cosas que jamás se nos debe pasar por alto es la presentación que le daremos a ese regalo.
Un regalo bien presentado trasmitirá la idea de que nos hemos tomado nuestro tiempo en envolverlo y decorarlo, y eso siempre es bien recibido por parte del destinatario. Cada vez son más los comercios que ofrecen un empaquetado especial de regalos en Navidad, pero también podemos ser nosotros mismos los que nos afanemos en la tarea de sorprender a nuestros seres queridos con un regalo que les haga sonreír incluso antes de que lo abran.
Si una misma persona será el destinatario de varios regalos, puedes envolverlos todos de una forma similar y atarlos todos juntos con un gran lazo.
Si eres habilidoso, puedes jugar a trenzar lazos de diferentes colores y anchuras y crear texturas semejantes a las de las cestas de mimbre. Es una presentación sencilla pero muy elegante.
Si vas a colocar todos los regalos en un mismo lugar o entregarlos todos a la vez, puedes optar por una presentación similar para todos los regalos. Puedes empaquetarlos todos con un mismo tipo de papel, o con diferentes papeles pero pertenecientes a una misma gama cromática… o unificarlos con una misma cinta de lazo…
Para llevar a cabo todas estas decoraciones para nuestros regalos, en el mercado encontraremos un sinfín de elementos navideños con los que realizar empaquetados espectaculares, pero en ocasiones nuestra imaginación puede dar con la presentación más especial a base de materiales tan “normales” como el papel de embalar… ¡mira estas propuestas!
O estas, realizadas a partir de papeles de regalo lisos, y decoradas con las blondas de puntilla que se utilizan en pastelería. Una presentación muy adecuada en aquellos regalos que irán destinados a algún bebé.
Pero sin lugar a dudas una de las cosas que más quebraderos de cabeza nos da, es empaquetar aquellas cosas con una forma complicada. Cosas cuya forma dista mucho de la caja cuadrada.
En estos casos siempre podemos optar por el recurso de usar una bolsa realizada en papel con decoración navideña, y atarla con cintas o lazos e incluso colgar adornos desde las asas.
En el caso de las botellas, podemos realizar un empaquetado a partir de una bolsa alargada o un saco. Es un regalo con un cierto peso físico y por tanto el embalaje no debe dar lugar a dudas al destinatario, que debe asirlo con firmeza para que no se caiga y se pueda romper.
A los regalos que son muy pequeños podemos aumentarles el tamaño de la presentación para despistar al receptor sobre el contenido. Para ello podemos utilizar un pequeño saquito de arpillera, y “plantar” en su interior un pedacito de Navidad.
En el caso de los niños, es preferible decantarnos por los papeles más típicamente navideños, decorados con motivos invernales con los colores más tradicionales como el rojo.
A ellos podemos añadirles además una pequeña tarjetita con el nombre del destinatario, y el nombre del remitente…
El detalle de las tarjetitas es una muy buena solución cuando acumulamos regalos para varias personas, de esta forma no nos equivocaremos a la hora de entregar cada uno de los regalos a su destinatario correspondiente.
Para complementar la decoración de tus regalos, puedes atar junto al lazo, algún adorno sobrante de los que utilizaste para decorar el abeto. Una pequeña ramita de acebo, o un adorno pequeño, una campanita…
El arte de envolver es un añadido al arte de regalar, al arte de conseguir despertar en los demás la sonrisa del cariño y del agradecimiento. El trabajo que conlleva la elección del regalo perfecto, su búsqueda de tienda en tienda, y el tiempo dedicado a la preparación del empaquetado, se ve enormemente recompensado al ver la cara de sorpresa del destinatario.
Este año, la complicada situación social por la que pasamos hará que tengamos que trabajarnos un poco más la elección de estos regalos, pues es posible que no todos estén al alcance de nuestras manos, y sea más complicado encontrar el regalo perfecto. Sin embargo, la decoración y la presentación no pasará por el presupuesto, sino por el detalle, la imaginación, la creatividad, el cariño y la ilusión que le pondremos a su preparación.
Feliz sorpresa!!
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Categorías: Navidad
Publicado el: 17-12-2010 | Autor: Olaia Pellón