Cuando tras pintar una pared nos haya sobrado pintura, es aconsejable guardarla, para poder reparar futuras imperfecciones que puedan surgir como consecuencia de golpes o arañazos.
Para conservar la pintura en buen estado para su posterior uso, lo primero que deberemos hacer es buscar un bote de cristal cuyo tamaño sea proporcional a la cantidad de pintura sobrante. Si el bote es demasiado grande, en su interior habrá un exceso de aire que acelerará el ritmo de secado de la pintura.
La tapa debe estar bien cerrada, y el bote deberemos guardarlo boca abajo. De esta amanera cuando necesitemos usar esta pintura, la encontraremos en perfecto estado.
Fotografía: Ollily