La explosión de color que supone el verano se cuela en todos los aspectos de nuestra vida, en el vestuario, en el color del pelo, en las toallas del baño… y por supuesto en la mesa. Tan es así, que hasta las comidas típicas del verano son de colores tan atractivos como el amarillo paella, el verde lechuga o el rojo gazpacho!!
Lejos de las serias cuberterías que todos tenemos en casa esperando una ocasión meritoria, en verano apostamos por piezas con mangos de pasta, con burbujas, dibujos… y de todos los colores.
Ya no es tan importante la pala de pescado, el artículo estrella de las cuberterías es el tenedor de ensaladas y el cucharón para servirlas.
La pieza clave en del menaje en nuestra mesa es el “bowl”, un artículo multiuso… Para la ensalada, el gazpacho, para el arroz, la pasta, para el helado, para la mayonesa, los aperitivos, la vinagreta, el ajoarriero…
Las vajillas se vuelven divertidas, con formas atrevidas y colores intensos, incluso podemos intercalar piezas de unas y otras vajillas, consiguiendo atractivas combinaciones cromáticas o geométricas.
Si nos decantamos por una vajilla blanca, podemos añadirle la nota divertida con bajoplatos grandes, de muchos colores y formas vegetales.
Uno de los elementos que sin duda no abandonará nuestra mesa, hasta que el verano no toque a su fin, será el juego de vinagrera y aceitera.
Las hay de todas las formas, colores y posibilidades, con salero incorporado, pimentero, con una base sobre la que apoyarse, con asa, convirtiéndolo en un elemento portátil.
Pero a su lado, y como complemento, existen juegos de salseras formados por diferentes recipientes en los que servir salsas para los aliños.
Aparcamos el puchero para los fríos meses venideros y apostamos por las comidas para compartir, por esa razón, las fuentes, bandejas y ensaladeras se convertirán en la pieza protagonista de nuestra mesa. Podemos optar por piezas con formas sinuosas pero transparentes, que nos dejen ver el atractivo “colorín” de cada comida. O apostar por el color dejando en segundo plano la geometría.
Si durante el invierno es el vino quien marca el ritmo de la cristalería, lo son ahora los zumos naturales, los refrescos, la horchata, los granizados… aparecen los vasos de tamaños generosos, con cristales de colores, formas orgánicas y atrayentes… la botella deja paso a la jarra común, que además de ser un elemento práctico, se convierte en un foco de atención en la mesa.
Pero sin duda, uno de los aspectos más importantes de la mesa, es la mantelería. Podemos optar por un mantel largo, blanco, vaporoso, que cubra completamente la mesa, de esta manera la vestiremos con un aire fresco, romántico, diseñado para vestir cualquier velada en lnuestra casa.
Pero si queremos una mesa más divertida, colorista y alegre, nuestra mejor solución serán los salvamanteles individuales o caminos de mesa, con servilletas de diferentes colores, posavasos, pajitas…
Pero además de todo esto, en verano son frecuentes las cenas con amigos, las barbacoas en el jardín, las fiestas de vecinos… no debemos olvidar que en el mercado existen algunos elementos que como la fondue o los palillos de brocheta, nos harán más fácil la tarea de organizar una velada entre amigos.
Durante el año, cualquier comida que se precie, estará presidida por un recipiente con flores en el centro de la mesa. En verano, las frutas toman la alternativa, haciendo que ese centro de frutas además de ser decorativo, sea apetecible como postre.
Después de todo esto, la dieta en septiembre será inevitable…
Fotografías: Eva Solo, BodaNova, Zara Home, Villeroy Boch, Höganäs
Por Olaia Pellón
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Publicado el: 27-06-2008 | Autor: Olaia Pellón