Los tonos pastel son aquellos a los que se les ha incorporado una buena dosis de color blanco, lo que hace que resulten colores claros, muy suaves y de tendencia dulce.
Son éstos el rosa, el azul, amarillo, el beige, el verde, el lila, el salmón… todos ellos en su versión más suave.
Son colores que no pasan de moda. Cada año reaparecen con la llegada de la primavera. Son muy utilizados para decorar habitaciones infantiles, hospitales o zonas de espera, porque resultan sedantes y tranquilizantes.
Fotografía: Valentine