Los colores flúor son el contrapunto a los colores pasteles, de los que ya os hablamos la semana pasada. Son tonos muy vibrantes, con muchísima luz y que tienen la capacidad de estimular nuestros sentidos y alterar nuestro sistema nervioso.
En decoración de hogar se recomienda un uso moderado, ya que en estancias dedicadas al descanso puede afectar a nuestro estado de calma e imposibilitar nuestro sueño.
Son muy adecuados para decoración de escaparates, publicidad… o para vestir con ellos determinados puntos de la decoración que queremos resaltar. Con los tonos flúor conseguiremos focalizar la atención sobre ellos.
Fotografía: Papelesdelos70