Siempre se ha pensado que los colores de época, también llamados históricos, daban como resultado una decoración triste y aburrida. Pero esta es una percepción equivocada, tomada de haber visitado lugares antiguos cuya decoración ha sufrido el paso del tiempo.
Sin bien es cierto que los colores de época destacan por su opacidad, pero esto no tiene nada que ver con los gustos de la época, sino con el precio de los pigmentos. Solo unos pocos privilegiados podían conseguir pigmentos de tonalidades brillantes, por eso ha trascendido esa percepción de los colores históricos.
Estos colores se conseguían con pigmentos más baratos, pues la mayoría de ellos eran simples polvos de tierra que daban lugar a pinturas económicas y fáciles de encontrar en cualquier parte del mundo, razón por la cual estos colores se conocían como colores corrientes.
De ésta época ha trascendido una gran paleta de tonalidades verdes, de los que destaca que su mayoría tiene una acentuada tendencia azul. Por su parte los tonos azules tienen una marcada tendencia gris, y destacan los rojos apagados elaborados a partir de óxidos de hierro.
Fotografía: Bruguer
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