Comienza julio y con él las vacaciones y la operación salida. Durante este mes se espera un volumen de desplazamientos similar al del pasado año, y conviene tener el coche preparado para enfrentarse a varias horas de viaje por carretera.
Para realizar el desplazamiento, de corta o larga distancia, en las condiciones más seguras para los ocupantes del vehículo es necesario revisar varios elementos clave del automóvil. Se trata de componentes imprescindibles que permiten garantizar la seguridad en nuestro coche.
El primer elemento de una seguridad activa es extremar las precauciones al volante. Como un segundo paso, resulta fundamental revisar los principales niveles y elementos del automóvil para afrontar sin problemas los largos recorridos propios del verano.
Sistema de frenado
- Es recomendable controlar el estado de las pastillas de freno cada 10.000 kilómetros, y es que cada frenazo provoca inevitablemente el desgaste de las piezas de fricción: pastillas, zapatas…
- Para detectar posibles fallos en los frenos, los síntomas más habituales son: variación de la trayectoria al frenar, cambios en el recorrido del pedal, falta de potencia y precisión al realizar la maniobra de frenado o encendido del testigo de frenos.
- Los discos de freno deben comprobarse cada vez que se cambien las pastillas y sustituirse cuando el disco esté ovalado, oxidado, arañado, presente un reborde o el espesor sea inferior al límite establecido por el fabricante.
- Periódicamente debe comprobarse el líquido de frenos y sustituirlo cuando la temperatura de ebullición sea inferior a la establecida.
- Es necesario revisar la presión de los neumáticos periódicamente y sustituirlos cuando la profundidad del dibujo de la goma sea inferior a 1,6 milímetros o sufra deformaciones, golpes o desgaste irregular.
- Una mala alineación de las ruedas afecta al desgaste de los neumáticos y a otros elementos de la dirección y la suspensión del coche.
- Debe comprobarse el mantenimiento de los elementos de suspensión cada 20.000 kilómetros, ya que una alineación bien reglada afecta directamente al confort y a la seguridad de los pasajeros.
Amortiguadores
- Es recomendable realizar una verificación del estado de los amortiguadores cada 20.000 kilómetros.
- Si el vehículo derrapa en los virajes, tiende a hundir la parte delantera en la frenada, tiene una mayor sensibilidad a los vientos laterales o los neumáticos están desgastados irregularmente, son síntomas de desgaste de los amortiguadores.
Tubos de escape
- Debe cambiarse cuando se aprecie una sonoridad anormal, presente agujeros o haya un consumo irregular.
- Un tubo de escape en mal estado provoca un mayor consumo además de sobrepasar los límites acústicos legales. Además, existe peligro de somnolencia al penetrar gases tóxicos en el interior del vehículo.
Consejos: Midas
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Publicado el: 30-06-2015