La calefacción por techo radiante por circuito de agua caliente es un sistema que permite soslayar los inconvenientes que presenta en las casas ya construidas la instalación del suelo radiante. Tras el aspecto de un falso techo de paneles laminados se esconde uno de los sistemas de calefacción/refrigeración más eficientes del mercado. ¡Y es invisible!
La calefacción por techo radiante permite ahorrar hasta un 46% de energía, ya que se basa en la transmisión de calor por radiación: los infrarrojos se convierten en materia calorífica sólo cuando encuentran un cuerpo sólido, que es el que se calienta y emite el calor. Por eso no se desaprovecha el calor como en los sistemas por convección, que son los habituales.
El sistema de calefacción por techo radiante se emplea desde la década de los 50 en el centro y norte de Europa en muchas instalaciones de tipo industrial y uso público, especialmente en naves, pabellones deportivos, etc. donde los techos son muy altos. Se dice de él que es el sistema para generar calor de confort más sostenible y eficiente. La novedad es su uso en el entorno doméstico.
La instalación tiene como fuente de calor una caldera pero la novedad radica en el falso techo (de metal o planchas de yeso laminado), que incorpora en su parte superior tubos y difusores térmicos. Igual que la calefacción convencional, la caldera calienta el agua, que fluye por unas conducciones estándar, pero la emisión del calor se produce mediante infrarrojos.
Las principales ventajes respecto al suelo radiante son fáciles de deducir: hace falta mucha menos obra para instalar un techo radiante que un suelo radiante, y es más sencillo de sustituir en caso necesario. Además, el ahorro de combustible es significativo… Igual que los radiadores, la calefacción radiante dispone de una caldera, que conduce el calor a través del agua caliente, pero trabajando a temperaturas más bajas: con el agua a 40ºC se alcanza la misma temperatura ambiente que generan los radiadores metálicos con el agua a 70ºC. Interesante, ¿no?
Y las ventajas respecto a otros tipos de calefacción también son evidentes… La convección, que es el sistema para generar calor de confort más usual, presenta el inconveniente de que calienta el aire, y el aire caliente tiende a ascender, por lo que a nivel de suelo el frío se mantiene y la sensación de confort no es óptima. Este problema se conoce como "estratificación".
En la calefacción radiante, el techo o el suelo se convierten en la gran superficie emisora de calor. Ahora bien, la calefacción por suelo radiante sólo es rentable cuando se instala en obra nueva o aprovechando la reforma general de la casa. La instalación del techo radiante se realiza, sin embargo, con el mínimo de obra, y además con paneles acoplables que forman un falso techo y permiten integrar la iluminación de forma arquitectónica. El sistema se recubre de planchas de cartón-yeso y se aísla mediante un panel de espuma de poliestireno de alta densidad.
De este modo, a las ventajas de la calefacción radiante en general, se unen las del techo radiante en particular.
Ventajas de la calefacción radiante
Ventajas del techo radiante
El techo radiante, además, presenta mayor conductividad que el suelo radiante y rinde mejor para refrigerar. Como hemos visto es más fácil de instalar y no está recubierto de cemento como el suelo. Tampoco limita a la hora de escoger el suelo (parqué y moqueta no están recomendados)
También refrigera
Si se quiere usar el sistema de techo radiante para refrigerar, es necesario que el sistema esté conectado mediante una serie de electroválvulas también a una máquina de frío. Así se dispone de los dos sistemas de confort térmico a través de un mismo circuito.
Precios
El precio de la instalación de este tipo de calefacción en una vivienda tipo, de unos 150 m2 es de aproximadamente 18.000€.
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Publicado el: 28-03-2012 | Autor: María Tebar