Estamos viviendo unos de los días más fríos del invierno, la nieve ha llegado para cubrir las montañas y también el suelo de algunas ciudades, lo que ha hecho que las temperaturas se hayan desplomado y nos hayamos visto obligados a salir a la calle como si del carnaval de Siberia se tratara…¡qué frío!
Y es que la nieve desde donde más se disfruta es desde la ventana de nuestra casa, al calorcito de la chimenea y viendo a través de los cristales cómo van cayendo los copos de nieve mecidos suavemente por el viento hasta posarse en el suelo, en los tejados, en el techo de los coches, sobre las ramas de los árboles…
Si nos vemos obligados a salir a la calle la cosa cambia, la sensación ya nos es tan idílica y mientras nos encaminamos a nuestro destino en nuestra mente parpadea con luces de neón la palabra CUIDADO. Cuidado no te patines, cuidado no te resbales, cuidado que te vas a caer, cuidado que no se ve el borde de las aceras…
En ese momento es cuando soñamos con volver de nuevo a casa y disfrutar de una tarde calentita “viendo los toros desde la barrera”, o lo que es lo mismo, “viendo la nieve desde la ventana”.
Y entonces es cuando sacamos del armario de la cocina ese chocolate que lleva esperando su momento desde que el pronóstico del tiempo anunció que el crudo invierno llegaría y fuimos al supermercado con la intención de proveer de pequeños caprichos nuestra casa.
Hoy es el día de disfrutar de un chocolate calentito, con galletas, con nubes, marshmallows flotantes, pastas de té, churros, bizcochos o cualquier otro dulce apetecible…
Y es que no hay nada que una taza de chocolate no cure.. ¿tienes frío? Chocolate! ¿Estas depre? Chocolate! ¿Aburrido? Chocolate!
¿Tenéis plan para este fin de semana? ¡Pues id preparando las tazas!
Fotografías: Sia Home Fashion, Pottery Barn, Le Creuset
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Publicado el: 24-01-2014 | Autor: Olaia Pellón