Chocolate a la taza, con canela y chile

Una buena taza de chocolate de vez en cuando me deja como nueva. Porque soy adicta confesa al chocolate –qué le voy a hacer, cuanto más cacao tiene,  más me engancha- y porque tiene la virtualidad de trasladarme inmediatamente a algunos de mis mejores recuerdos de infancia. Entre ellos, la mayoría de mis cumpleaños, que al ser en pleno invierno, se celebraban con una merienda con mis amigas a base de chocolate y bollos suizos.

Por eso es fácil imaginar mi decepción cuando, aprendiendo inglés de adolescente, descubrí lo que los anglos llaman "hot chocolate". No, señores, eso es un cacao caliente, pero no un chocolate. El chocolate tiene que ser tan espeso y tan negro como el de mis cumpleaños infantiles. Si no, no vale la pena ni siquiera intentarlo, porque hablamos de otra cosa, pero no de chocolate.

Claro que ahora me gusta darle un punto menos infantil. Algo tan sutil como una pizca de canela y un poco de chile -cayena en polvo  hacen de ese recuerdo un vicio adulto aún confesable. Muy recomendable para días de frío helador y tardes oscuras, desamores, y disgustos varios, este chocolate te subirá el ánimo inmediatamente.

CHOCOLATE A LA TAZA CON CANELA Y CHILE

Ingredientes (para 2 tazas)

• ½ litro de leche

• 2 cucharadas soperas colmadas de chocolate en polvo desgrasado sin azúcar (cacao)

• 2 cucharaditas colmadas de harina de maíz (Maizena)

• Azúcar o edulcorante al gusto

• ¼ de cucharadita de canela (o menos e ir añadiendo poco a poco al gusto)

• ¼ de cucharadita de chile molido (igual que con la canela, es solo una referencia aproximada)

Preparación

1. Reservar medio vaso de leche,  poner el resto en un cazo de fondo grueso y calentar.
2. Añadir el cacao a la leche y disolverlo, sin que llegue a hervir. Añadir una pizca de canela molida y de chile molido.  Añadir azúcar al gusto y remover.
3. Disolver la harina de maíz en el medio vaso de leche fría y añadir al cazo. Si no te gusta muy espeso, mejor empieza con una sola cucharada de harina de maíz disuelta en leche fría.
4. Hervir un par de minutos hasta que empiece a espesar removiendo bien para que no se pegue, y retirar del fuego. Probar y rectificar de especias o azúcar hasta dejarlo a tu gusto y servir.

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