Esta primavera parece que nos la han robado, acaba de empezar a hacer el tiempo que corresponde cuando ya casi estamos entrando en el verano… Sin duda será recordada como una de las primaveras más lluviosas y más frías que hemos vivido, especialmente en el norte, pero eso ha hecho que este año el paisaje sea más bonito que nunca.
El verde que viste normalmente los paisajes del norte, es más intenso y brillante gracias a todo el agua caída durante estos meses. Hace unos días, un día de primavera pero típicamente invernal nos desplazamos hasta la Vega de Liébana, en Cantabria, fuimos hasta allí acompañados de una intensa lluvia y una temperatura que no pasaba de los 15 grados.
El motivo de la excursión era visitar una pequeña posada que hace apenas dos meses abrió sus puertas, la posada Bistruey, que toma su nombre del pico que puede verse al asomarse por la ventana de cualquiera de las habitaciones del hotel.
Es un pequeño hotel rural en el que todos los muebles, accesorios y decoraciones se han fabricado con materiales reciclados. Muebles antiguos, troncos de árboles, piezas rescatadas del desván y reconvertidas en cosas diferentes… Lo primero que nos llamó la atención al entrar fue la fachada del edificio, repleta de sillas de madera pintadas de colores, una decoración de lo más original.
En su interior, una pequeña zona de estar con chimenea, unas butacas blancas, alfombras de piel natural y pequeñas mesas cuyos pies fueron en su día el tronco de un árbol.
En este pequeño salón es donde tienen lugar por la mañana los desayunos, en los que se pueden degustar los típicos sobaos pasiegos, pero también fruta natural, pan "de pueblo", café recién hecho… y todo en una pequeña cocina a la que tienen acceso los huéspedes.
La posada cuenta con ocho habitaciones, cada una de ellas decorada de forma diferente, y cada una de ellas denominada con un nombre que nos da una pista de lo que nos encontraremos al entrar.
La habitación del camisón, la habitación de los palos, la de los palés, el portón, el tablón…
Un pequeño hotel con encanto para los amantes del turismo rural, que sin embargo sorprende por su decoración nada convencional.
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Publicado el: 11-06-2013 | Autor: Olaia Pellón