Bardot experimenta día a día el placer de inventar un restaurante cuyo ritmo circadiano transforma el ambiente y la cocina de una forma natural y espontánea. Cada jornada es una sorpresa en el Bardot, la carta es una mera referencia. Mandan el producto y la creatividad.
Rodrigo Varela dirige en la cocina un equipo que mezcla experiencias e influencias con Nacho Ventimilla y Xavier Luque a los fogones. El resultado es la recuperación de platos tradicionales, como los calamares rellenos o el arroz marinero, y la reinterpretación de clásicos como el pulpo a la brava. Entre los fijos en sus propuestas destacan las garotas con espuma de patata trufada, el chuletón, el ossobuco, los platillos y las tapas así como los arroces los fines de semana. También los postres son motivo de fiesta en el Bardot. Desde los típicos pastelitos do Belem hasta el imprescindible “Recuit de Drap” de Pauet.
El objetivo primordial de el Bardot es ofrecer refugio a sus clientes a cualquier hora y en cualquier situación: desayunos, aperitivos, tapas en la barra, restaurante en el interior, cafés, copas, cócteles, cenas, catas … todo cabe en este versátil espacio creado por el estudio de Lázaro Rosa-Violán.
Su curiosa distribución acoge la cocina abierta en el centro, de modo que el espectáculo está asegurado. El Bardot cuenta con tres zonas claramente diferenciadas: la barra, propicia al tapeo del mediodía y a los encuentros al salir de la oficina, el íntimo y acogedor restaurante que invita a disfrutar de la comida y de la conversación, y, por último, un “rincón bistrot” funcional y perfecto para reuniones, grupos o familias.
Situado en pleno centro de Barcelona, la terraza del Bardot promete una primavera y un verano excepcionales, encabezando una de las zonas gastronómicas que más de moda se están poniendo en la ciudad condal.
El Bardot recupera la vieja tradición de cerrar la carta y cantar los platos del día, cada jornada puede inventarse uno nuevo, vale la pena prestar atención: todo un reto para el comensal. La elección de los vinos también corre de la cuenta de Rodrigo Varela quien consigue captar en cada caso el caldo apropiado según la mesa, los comensales y los platos elegidos. Su secreto es la sinceridad, su lema recuperar la hostelería “de verdad”.
En cuanto a las copas, en el Bardot encontraremos tragos clásicos y nuevos. Además de su extensa bodega y su carta de champagnes; triunfa por la noche su “medio gintonic” o gintonito.
BARDOT
Dirección: Enric Granados, 147 - 932 002 214
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Publicado el: 29-04-2014 | Autor: Olaia Pellón