Si pensamos en un árbol de Navidad, seguramente estaremos pensando en el tradicional pino o abeto navideño. Con un tronco grueso, ramas y piñas, con la base más ancha que la copa… Sin embargo las modas y sobre todo el diseño llega a todas partes y actualmente el árbol de Navidad puede ser muy distinto a lo que entendemos como tal.
El árbol de navidad puede ser una sencilla pero entrañable figura que colocar sobre un mueble. Una solución perfecta si no queremos trabajar en exceso en su decoración.
Para espacios reducidos encontramos soluciones altamente estéticas y muy sorprendentes. Pinos planos que colocamos apoyados sobre la pared, y que se iluminan por la parte trasera creando unos juegos de luces cálidos y acogedores.
Los conos realizados a partir de diferentes elementos son una opción más a tener en cuenta, y además un recurso que podemos utilizar para tener a los pequeños entretenidos, ya que este tipo de árbol podemos fabricarlo nosotros mismos en nuestras casas, como si de una manualidad se tratase.
Para espacios pequeños está también pensado este árbol de Navidad. Un esqueleto decorado en color plata, colocado sobre la repisa de la chimenea y decorado con las típicas figurillas navideñas.
Estos árboles de madera encantarán a los más pequeños. Además podemos pintarlo en diferentes colores para cambiar su aspecto y año tras año disponer de una decoración navideña actualizada.
Los vinilos decorativos tienen más fuerza que nunca en la decoración, y por supuesto la temática navideña no se iba a escapar de ellos. Un vinilo con forma de árbol de navidad será una decoración realmente atractiva y original con la que vestiremos de fiesta nuestra casa sin ocupar el más mínimo espacio.
Y para los clásicos, siempre quedará el típico abeto navideño decorado al uso tradicional.