La mesilla de noche tal y como todos la concebimos, es decir, como una pequeña superficie bajo la que se alojan uno o más cajones y que se coloca junto a la cama, puede ser sustituida por otros elementos para conseguir un look más atrevido u original en el dormitorio.
Un juego de maletas colocada en pirámida puede hacer las veces de mesilla, y a la vez convertirse en un elemento altamente decorativo dentro del dormitorio.
Las escaleras plegables que todos tenemos en casa, tienen la ventaja de que sus peldaños se sitúan a diferentes alturas con respecto al suelo, lo que hace que dispongamos de diferentes superficies en las que colocar objetos, y destinar al despertador o a la lámpara, el que encontremos más cerca de la superficie del colchón.
La lectura en la cama es uno de los gestos más habituales cuando se acerca la noche. En ocasiones acumulamos tantos libros que la montaña podría llegar a convertirse en mesilla de noche.
Los baúles son accesorios multiusos, de los que en ocasiones ya hemos hablado. La función de mesilla de noche nos permitirá tener al alcance una superpie en al que apoyar todo aquello que queremos tener al alcance de la mano durante la noche, y al mismo tiempo disponer de volúmen de almacenaje extra, ya que en su interior podemos guardar todo tipo de cosas.
Fotografías: Potterybarm