El verano ya está aquí y es el momento para darle un aire nuevo a los complementos textiles de nuestro hogar, entre ellos las alfombras. Las alfombras de bolas de Sukhi son perfectas para cualquier época del año, pero su colección de “alfombras de piedras” nos ha cautivado por completo para vestir la terraza y transformar nuestro pequeño espacio exterior en una playa sobre la que tumbarnos a tomar el aire.
Los artesanos hindúes fabrican bolas del tamaño de piedras a partir de lana húmeda, que se colocan en una superficie jabonosa. Se hacen rodar y se enjuagan hasta que comienzan a encogerse y a tomar forma. El siguiente paso es meter la lana en agua fría y enjuagarla. Se secan al sol y a partir de ese momento están listas para la última fase. Se cosen con sumo cuidado a una superficie lanosa.
El color inunda el verano para llenarlo de vida y de alegría, por eso nos parecen perfectas las alfombras de patchwork sobreteñidas y de cáñamo para comedores y salones. Azul intenso, verde, rojo, multicolor... con estos colores conseguirás dar un aire exótico a cualqueir estancia.
El proceso de fabricación de estas alfombras comienza con la selección y recogida de diferentes alfombras de calidad de la región para proceder a su decoloración.
Después se les aplica champú para terminar de limpiarlas y se dejan secar al sol. Una vez secas, se tiñen de un color, se lavan con champú una vez más y se enjuagan. De esta forma se elimina cualquier residuo que pudiera quedar. Cuando se han secado, se añaden el dorso en algodón 100% y parches de gran durabilidad que se etiquetan para que sirvan de guía en el proceso de costura, que se realiza a mano.
Los dormitorios son el espacio más íntimo y privado, por eso las alfombras de nepal son ideales para esta estancia en la que dejar volar nuestra imaginación y soñar con esos destinos a los que nos encantaría viajar estas vacaciones…
Las alfombras de nepal están formadas por infinidad de bolas de fieltro. Cada bola de lana húmeda se pasa a mano por una superficie jabonosa. La clave está en hacerla rodar y enjuagarla a continuación para que encoja y adquiera la forma adecuada.
Una vez lista, se introduce en agua fría y se enjuaga. El proceso se repite hasta que hay suficientes bolas para crear una alfombra, aproximadamente 10.000, para una alfombra. El siguiente paso es ponerlas a secar al sol para comenzar posteriormente el proceso de costura.
Sukhi significa feliz en nepalí. Y ése es justamente el sentimiento que transmiten sus alfombras, pues al adquirir una, no sólo se obtiene un producto de primera calidad, sino que se beneficia directamente al artesano.
Y esto es así porque trabajan de manera directa con los artesanos tejedores que fabrican sus alfombras, sin ningún tipo de intermediario, almacén o tienda física. El proceso de fabricación comienza una vez el cliente hace el pedido, por eso son alfombras totalmente personalizadas.