Tenemos la sana costumbre de organizar nuestros eventos en primavera o verano. Generalmente lo hacemos porque es una forma de asegurarnos que el día será luminoso, que habrá sol, que no lloverá… pero por supuesto eso también tiene sus "contras", como por ejemplo que amanezca un día de calor sofocante en el que el protocolo no nos permita despojarnos de la corbata.
Para evitar que nuestros invitados se nos derritan bajo el sol, prevée poner a la entrada del lugar en el que se desarrolle la celebración una mesa con elementos que ayuden a nuestros invitados a sobrellevar el calor. Los abanicos resultan un accesorio muy elegante y discreto, y ayudarán a remover el aire. Además a tus invitados les encantará llevárselo como recuerdo del día, así que sería una buena idea personalizarlos.
También puedes ofrecer unas sombrillas con las que protegerse si el sol de la jornada es intenso y debemos permanecer en el exterior un buen rato.
Y si es posible, pon una zona de bebidas refrescantes, en la que no falte el agua.
Fotografías: Project Wedding
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Categorías: Organización de eventos
Publicado el: 16-05-2012 | Autor: Olaia Pellón