1.- Porque es un perfecto aislante, que llegado el invierno nos ayudará a mantener una temperatura adecuada, especialmente en los hogares situados en zonas que alcanzan bajas temperaturas.
2.- Porque su agradable tacto nos permitirá disfrutar del placer de caminar descalzos por nuestro hogar, sintiendo bajo nuestros pies el suave tacto de la lana.
3.- Porque es un limitador de espacios perfecto. Dentro de una estancia como el salón, distribuída con zona de estar y comedor, tan solo la colocación de una alfombra diferenciará visualmente ambas zonas.
4.- Porque actúa de nexo de unión entre los elementos que componen un ambiente, como por ejemplo la mesa del comedor con las sillas.
5.- Y porque es un elemento que no requiere de un compromiso de permanencia infinita, y con un cambio en su forma, color o colocación, conseguiremos grandes cambios estéticos en la habitación.
Fotografías: Gandía Blasco
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Publicado el: 08-01-2010