Sacar el máximo partido de los alimentos sin dejar que se estropeen no está sólo al alcance de los buenos cocineros. Tú también puedes aprender a aprovechar los alimentos conociendo un puñado de trucos como estos 10 que compartimos aquí contigo…
1 Sacar el máximo zumo a los cítricos
Para que naranjas y limones, lima y pomelos nos den el máximo de zumo, rueda las piezas por la encimera de la cocina con una ligera presión de la mano en todas las direcciones, especialmente si acaban de salir de la nevera. Luego exprime como de costumbre.
2 Reactivar las burbujas del cava
Simplemente añade una o dos uvas pasas en la botella de cava, y verás cómo se obra el milagro. Los azúcares de la fruta reactivan las burbujas en muy poco tiempo…
3 Sopas y guisos sin grasa
Si has cocinado legumbres, estofados o sopas y quieres aligerarlas de grasa después, puedes dejar la cacerola ya fría en el frigorífico 30 minutos y luego retirar la grasa que ha subido a la superficie con una simple cuchara. Si vas mal de tiempo, echa unos cubitos de hielo en la comida y remueve hasta que veas que la grasa se ha adherido a los cubitos.
4 Miel transparente en cada uso
La miel, cuanto más natural, más tiende a cristalizar o a ponerse turbia. Nada que nos deje disfrutar de todas sus cualidades, pero que quizá resulte incómodo… Por eso, un truco muy práctico es introducirla en el microondas a potencia medio unos 30 segundos para tener miel clara de nuevo.
5 Hierbas aromáticas siempre frescas
Si no quieres renunciar al sabor de los condimentos frescos en tus platos, almacena los ramilletes de perejil, albahaca y otras hierbas en bolsas de plástico en el congelador y simplemente toma la cantidad que necesitas cada vez. Se descongelará en menos de un minuto, mientras que tu ramillete de aromáticas te durará en óptimas condiciones hasta un mes.
6 Hortalizas como recién cortadas
Si abres el cajón de la verdura del frigorífico y compruebas con horror que las hortalizas se han puesto mustias, no desesperes: zanahorias, apio, rabanitos y nabos vuelven a revivir simplemente poniéndolas en un recipiente con agua helada y una rodaja de patata cruda.
7 Sal sin apelmazar
A veces la sal se apelmaza en el salero sin que seamos capaces de soltarla a fuerza de agitarla… La mejor idea es poner en el salero unos cuantos granos de arroz, que absorben la humedad e impiden que la sal se apelmace…
8 Reconstituir la pasta
Si hiciste demasiada cantidad de pasta y te da pena tirarla, puedes introducirla en el frigorífico protegida por un plástico. Antes de servirla o aliñarla con una salsa, simplemente échala en agua hirviendo durante unos segundos para que recupere la humedad.
9 Aguacates, chirimoyas en su punto
Si has comprado aguacates o chirimoyas que aún no están en su punto, lo más fácil es envolverlos en papel de periódico o en bolsas de la compra de papel y dejarlos una noche entera sobre la encimera de la cocina. Al día siguiente, ya tienes las frutas listar para su consumo.
10 Carnes duras, nunca más…
Hay varias formas de ablandar la carne. La más conocida es introducirla en algún líquido cuyas enzimas o ácidos ablanden la pieza, véase leche, cerveza, vinagre, vino o zumo de piña natural, de tomate o de cualquier cítrico. O también puedes hacer cortes transversales en su superficie con un cortador de pizzas.
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Publicado el: 27-04-2015 | Autor: María Tebar